• ¡Mi querida Pizarra y Yo!


    » La Bonita Historia de Dos Amigas»

         Era muy pequeña cuando mi hermana me regaló mi primera pizarra, una madera pintada de negro por ella misma que a mi me parecía un regalo de los dioses. Bonitos ratos me hizo pasar. Colgada en el patio de mis padres creo que seguirá.
         Fui creciendo y las sumas se convirtieron fracciones, en ecuaciones y necesitaba algo más. Ni corta ni perezosa no se me hizo rogar, la puerta de la cocina sería mi gran aliada.
     ¡Oh Dios…una puerta entera para mi!

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